Salir del closet

Una vez que has descubierto que tu sexualidad difiere a la de tus compañeros en la escuela, a la que te enseñaron tus papás en casa y la que ves exhibida continuamente en el cine y la televisión, lo más difícil es tratar de que esa diferencia no sea tan notoria como para que los demás la vean. Mientras que a tu alrededor florecen los comentarios en contra de los homosexuales y bisexuales y sus formas de amar, la única certeza clara es que no te conviene que “se note” que tu amas de esa manera distinta. Consecuentemente, ingresas tu estilo de vida a la discreción del clóset.

Usualmente se le llama “estar en el clóset” a vivir una vida muy discreta en la que no integras tu homosexualidad con las otras esferas de tu vida, tales como la escuela, la familia, el trabajo y etcétera; estando en el clóset te encargas de que prácticamente nadie se entere de que eres una mujer o un hombre gay, evitando enfrentar así determinadas situaciones por demás incómodas. Esto te lleva consecuentemente a un continuo discernimiento acerca de que personas van a volverse excepcionalmente partícipes de tu estilo de amar, y de que personas continuarán ignorando que eres homosexual. Mientras más personas haces partícipes de esto, más fuera del clóset estás, y mayor libertad adquieres para vivir tu sexualidad.