Inicialmente, previo a que la historia de amor comience, tienes un grupo de amigos a los que ves con regularidad, una serie de actividades que te hacen sentirte contento contigo y ciertos hábitos que se vuelven tremendamente característicos de ti para los ojos de los demás. Luego, conoces al amor de tu vida.
Felizmente, inicias entonces la bella historia de una nueva relación de pareja, con el corazón inflamado y tu alma retacada de las más positivas expectativas; el enamoramiento fugaz da pie al amor y al compromiso, y paulatinamente tu pareja cobra mayor importancia en tu universo personal. El o ella se convierte en tu mundo. Ahora ya no sales tanto con tus amigos, ni tienes las mismas actividades que en otro momento te satisfacían, porque ahora sales con el; tu media naranja es hoy lo suficiente para cubrir todas tus necesidades y le confías la responsabilidad de seguirlo siendo. O con ella, el punto es que tu pareja se convierte en todo para ti.