Violencia de género para hombres

¿Dónde están esas personas que de cuando en cuando tratan de hacerme entender que "los hombres no sufren de violencia de género", que "solamente a las mujeres se las mata por no satisfacer estereotipos culturales"?

Este fin de semana decenas de hombres fueron acribillados con una semiautomática que disparaba 70 balas por minuto, en manos de un hombre de 29 años que decidió que si un hombre no se empareja con una mujer, no tiene derecho a vivir. Eso gente, es violencia de género.

Algunas ellas, dirán que aún así no se compara con la violencia cotidiana que las mujeres reciben día con día, como buscando ganar en las olimpiadas de la violencia. Pero la violencia de género azota con igual cotidianidad también a los hombres, día a día en que vales porque tu cartera te hace un buen partido en el mercado romántico o porque te dejan sin familia debido a que te quedaste sin trabajo...


Síndrome del Quemado

De pronto descubres que te frustran las limitaciones que te ponen en el trabajo. Tu sabes que podrías hacer más, pero las circunstancias laborales te lo impiden.

Como todas y todos, quieres alcanzar todo tu potencial, desarrollar proyectos, ayudar personas porque tu vocación te lo demanda. Pero caes en la cuenta de que en ese puesto no va a ser. O renuncias a tu trabajo, o renuncias a tu compromiso contigo.

Renunciar no es fácil, quizá te asuste; postergas esa decisión. Y mientras tanto, aprendes que no importa lo que hagas, todo termina en frustración; adquieres un estado emocional de desesperanza, te cansas de estar lidiando contra la decepción del día a día.

Crees descubrir que en realidad el contexto está en lo correcto, que eres tu quien hace las cosas mal y te convences de que eres insuficiente. No importa cuanto te esfuerces, siempre es insuficiente. Te deprimes.

Para proteger tus emociones, las aíslas; decides hacer como que trabajas para que ellos hagan como que te pagan. El concepto que tienes de ti se va deteriorando, terminas agradeciendo lo poco que recibes porque crees en secreto que es más de lo que mereces. Te transformas, te reduces... te resignas, pero seguirás cayendo todavía más.

Bienvenid@ al burnout, el Síndrome del Quemado; que no es un criterio clínico, pero existe y hay que hacer lo necesario para sobrevivirlo cuando aparece.