¿Qué sigue después de la muerte?

Morirse es tan fácil que cualquiera puede hacerlo, y sin embargo a pesar de ser algo tan ordinario, las opiniones acerca de ella y de lo que sea que le siga, son tan divergentes e incluso tan personales como lo es la misma muerte y las formas de darle término a la vida.

¿Qué es la muerte?, ¿dónde reside su sentido? Conforme más se estudia la fisiología humana, mejor entendemos que la muerte no es algo que sucede en un momento, sino un proceso durante el que nuestras funciones vitales, poco a poco se van apagando. Hay ocasiones en las que unas funciones se apagan y otras se encienden; otras veces, algunas tardan mucho en apagarse del todo, y en general, aún no sabemos plenamente cómo funciona el morirse. En cuanto a su sentido, quizá no necesite tenerlo, probablemente sea la vida la que necesita tener sentido, ¿la muerte que...?

La muerte simplemente es el final... o un inicio de algo nuevo... o ¿quizá una transición o un cambio de estado?


Muchas culturas aseguran que la muerte implica la disociación del cuerpo con el alma, aquella que según los antiguos egipcios, estaba compuesta por un ba (la personalidad), un ka (la chispa de vida), un khaibit (la sombra y el reflejo del espejo), un jib (ese corazón que debiera al final ser más liviano que una pluma de la diosa Maat), y un Ren (el nombre verdadero de la persona, y que se mantiene vivo mientras haya alguien que se acuerde de nombrarlo).

Si, para la gente del antiguo Egipto (Khem), el alma tenia 5 partes, igual que el cuerpo (khat) tiene unos pulmones, un hígado y así. Entonces, la muerte llegaba cuando el ba salía volando del cuerpo hacia la tierra de los muertos (Duat) a la espera de que la luz del ka se le reuniera y así encarar el juicio de los dioses que evaluarían el valor del jib sobre una balanza. Mientras tanto el Khaibit iba a cuidar de la tumba donde descansaba sus restos materiales y habría de perseguir a quien osara perturbar ese descanso, hasta el fin del mundo si fuera necesario... o hasta Londres, si eras Brendan Frazer.

Para los aborígenes australianos, cuando te mueres pasas de inmediato a ser un ancestro, con la labor de acompañar a los tuyos a lo largo de sus vidas y cuidar de ellos desde el Dreamtime, el mundo de los espíritus. Frecuentemente, regresas en sueños a darles consejos o regañarlos y te alimentas de las canciones e historias que cuentan de ti, en las que mencionan una y otra vez tu nombre que resguardan del olvido.

La labor de un ancestro nunca termina¡!

Muchas tribus en África, como los Yoruba, creen que las mujeres fueron bendecidas con el poder de devolver a los ancestros a nuestro mundo a través del parto. Por eso se las tiene en un lugar muy especial dentro de sus mitos y cosmogonía.

En la actualidad, científicos occidentales sostienen que los elementos atómicos que nos conforman, se originaron en estrellas muy distantes, donde poderosas reacciones de fusión dieron origen a lo que habrían de ser las moléculas que hoy moldean nuestros cuerpos físicos, pensamientos o emociones, y que continuamente estamos devolviendo al Universo este material y esta energía que se nos otorgó en préstamo. Un día volveremos a ser plenamente lo que en principio fuimos: polvo de estrellas recorriendo lo infinito.

...y Osiris va a pesar nuestro corazón ...y reencarnaremos un nivel superior en la escalera del Karma ...o la magia femenina nos devolverá del mundo de los ancestros. ¿Que tal que al final las valkirias deciden venir por mi para llevarme a Valhala, y peleo épicas batallas a lado de Thor, Tezcatlipoca o CuChulainn y findesemaneo en los Campos Elíseos alimentándome del néctar de los dioses o maná?

Ok, olvidemos lo de Maná por toda la eternidad... eso sin duda, sería muy aproximado al infierno cristiano.

Para mirar con aceptación a la muerte es necesario construirnos una respuesta personal. No se trata de una verdad que necesite ser cierta, basta con que sea coherente con nuestro propio sistema personal de creencias; tiene que ser satisfactoria, y como es personal, difícilmente alguien más puede construirla por uno.

Ya sabes lo que dicen: de las religiones, lo que te acomoda... por eso vale la pena explorar lo que otras culturas dicen o han dicho acerca de la muerte, y con los elementos que te vayan haciendo sentido, como un collage absolutamente tuyo, ir construyendo tu propia explicación. Y quién sabe, tal vez todas las respuestas que encontremos estén en lo correcto...

...o tal vez ninguna. Hay algo muy emocionante en la incertidumbre, pero por lo pronto: salud por nuestros ancestros y... que viva la vida¡!

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